domingo, 3 de noviembre de 2013

Acerca de citar el título del cuento y sus autores


           Hoy he escuchado a Liliana Cinetto en Santa Úrsula Cuenta. Es una narradora argentina que estuvo años atrás en el Festival Internacional del Cuento de Los Silos. Esta noche su sesión de cuentos se tituló Mujeres y Humor. Nos contó cinco cuentos con ese nexo de unión. Terminó la  función  citando el título de los cuentos y a sus autores. Eligió para hacerlo el final del espectáculo, tras los aplausos.

           ¿Es necesario citar a los autores de los cuentos? Y si es así, ¿cuándo debe hacerse?

           Parece ya un hecho conseguido (y no siempre fue así,) que los narradores citen el título de los cuentos y a los autores de los mismos. Esta forma de actuar va mucho más allá de la mera cortesía al utilizar un texto del que no somos propietarios. Es importante hacerlo porque, en primer lugar,  es un modo directo de fomentar la lectura. Es la posibilidad de volver a saborear el cuento, esta vez,  en el libro. Por otro lado es el modo de promocionar al escritor. Al darle vida a uno de sus cuentos y luego citarlo,  das la posibilidad a los espectadores de que se acerquen a la obra de este creador  y así puedan conocer sus textos. 

           ¿Cuándo debe hacerse?

           He visto espectáculos en los que se han citado a los autores al principio  y otros en los que se ha hecho  al final. No me he encontrado con que lo hagan in media res; debe ser por no romper el ritmo de la sesión. La impresión que tengo acerca de este tema es que la diferencia parece  estar en la finalidad: lo que he visto es que los narradores que citan a los autores al comienzo suelen tener una intención didáctica (tratan de transmitir alguna enseñanza,) mientras que los que lo hacen al final lo hacen para honrar a los creadores.  El lugar más adecuado para hacerlo nos lo dará nuestro propio espectáculo: él marcará el lugar.

2 comentarios:

  1. Absolutamente de acuerdo con la necesidad de citar al autor de los cuentos que se cuentan.
    Creo que no es importante solo por una cuestión de animación lectora, acercamiento al libro o promoción del autor, sino también por una cuestión de ética y de respeto.
    Los narradores forman parte de la cadena de autores que dan forma al cuento contado y es preciso dar su nombre para que se sepa de dónde partimos, por qué, incluso algunos narradores comentan el cómo llevan a cabo esas adaptaciones.
    Los únicos cuentos que no se suelen citar son los propios, o si acaso, se comenta que es de autoría propia.
    Sobre el cuándo hacerlo, yo creo que lo mejor es al final, otorgando un tiempo si es posible a hablar de cada uno.
    A mí mesuele pasar que con los nervios olvido citar a los autores al final, y luego paso días reconcomiéndome, jeje.

    Besos y gracias por el blog. Pinta bien.

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  2. Entonces, citamos a los autores siempre; y a los que les dais nervio a los cuentos, también.

    Gracias por los palabras Laura.

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